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Xavi, está muy cerca de
certificar su continuidad en el banquillo del FC Barcelona, algo a lo que
renunció el pasado mes de enero cuando
anunció su salida del club
a final de temporada. Es cierto que a partir de entonces, el equipo creció y mejoró
en su rendimiento, pero el hecho de quedarse sin opciones de ganar un titulo a un mes del final de la temporada,
no avalan su gestión; sin embargo, el ambiente parece propicio para su
continuidad por lo menos, una temporada más que es lo que refleja su contrato, aunque las sombras
no faltan.
Una de las grandes sombras es no ganar nada en esta temporada, como en la primera cuando llegó a reemplazar a Ronald Koeman. Xavi, es tan responsable como el equipo de no lograr los objetivos, un punto en el que no comulgan muchos de la Comisión Directiva que no están de acuerdo en su continuidad; es más, lo han evidenciado en otros momentos de la temporada. No todos están del lado de Xavi, por lo que no hay unanimidad con respecto a su continuidad. Grave asunto.
Xavi, parece que recula en su intención de marcharse del Barça y como hombre de club, aspira a la continuidad porque siente la necesidad de tomarse una revancha de lo que pasó en la Champions tras caer ante el PSG en cuartos y en La Liga ante un Real Madrid, que al margen de polémicas, fue más regular en su rendimiento que el cuadro "Culé". Esos traspiés y el ansia de volver a ganar, le motivan para dejar atrás la idea de irse y como cualquier persona, tiene derecho a cambiar sus decisiones si ve que con ello hay una posibilidad de mejorar y evolucionar, pero asumir una continuidad en este Barça actual es muy arriesgado.
Si se confirma su continuidad tras la reunión privada que tendrá con el Presidente Joan Laporta y el Director Deportivo Deco; Xavi, asumirá el riesgo de seguir navegando en aguas turbias, como las que ha tenido que surfear en esta campaña.
La división que hay en la directiva en torno a su figura, el hecho de que Deco alguna vez en un medio portugués no hablara bien de su gestión, la permanente especulación de aspirantes al cargo de entrenador filtrados por la propia directiva según diversas informaciones de prensa y el hecho de no contar con recursos económicos para configurar una plantilla de alto vuelo de cara a la próxima temporada, son aguas turbias en las que deberá seguir naufragando más el consiguiente desgaste físico y emocional que conlleva el cargo y del que ya se ha hecho eco. Son muchas barreras en un ambiente hostil que le señalará sin contemplación si las cosas no van bien.
Pronto sabremos si el de Tarrasa seguirá como entrenador y si lo hace, deberá prepararse para una temporada que se antoja complicada. Él será una vez más el principal objetivo.
Juan Carlos Quiñonez Bonilla
Periodista Deportivo. Especialista en Fútbol Internacional
Editor Discoveryfootball.com
Miembro AIPS
España.
Experiencia periodística en Todelar Radio (Colombia), Fútbolred (Colombia), Cablenoticias (Colombia), Europa FM (España), Briefing Networks (España)
y Opta España.