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El Barcelona ha obtenido una milagrosa victoria por la mínima ante un Celta muy superior que en la segunda mitad le desbordó hasta rozar la igualdad hasta en 8 ocasiones. El cuadro vigués, mereció mucho más, pero se topó con un gran Ter Stegen y su falta de definición que le ha terminado condenando. El que no falló fue Pedri que junto a Gavi, que fue lo mejor de un Barcelona, muy discreto pero que se ha colocado líder por mejor diferencia de gol sobre el Real Madrid que el sábado venció también con lo justo al Getafe (0-1).
El gol del desenlace se sucedió en el minuto 17, tras un mal despeje de Unai Núñez que acabó en el gol de Pedri que hacía justicia a lo que había sucedido hasta el momento. Porque el Barcelona fue mejor en la primera mitad; incluso, mereció una ventaja superior, pero falló y dio vida a un Celta que creció en el capítulo final.
En la segunda mitad, la situación dio un absoluto vuelco porque el Celta creyó en sus posibilidades de llevarse un rédito del Camp Nou. Se fue en busca del Barcelona, le apretó en su área y comenzó a encontrar ocasiones clarísimas. El agobio cambió de portería, pero ahí se destapó un nuevo problema y es la nula puntería que tuvieron los vigueses en ese segundo tiempo.
Oscar Rodríguez tuvo dos remates francos dentro del área, con todo a favor, que se le fueron al limbo. La oleada de ataques del Celta fue imposible de controlar por el Barcelona que se vio desbordado por la presión de los vigueses. Hubo un gol anulado a Larsen, un mano a mano de Iago ante Ter Stegen que resolvió el portero alemán, un sinfín de situaciones claras en las que el Celta no encontró el remate preciso, el pie salvador.
Con el paso del tiempo el Barcelona no encontró otra fórmula que sobrevivir y esconderse y el Celta, que tardó en hacer los cambios como casi siempre, no dejó de intentarlo hasta el último minuto del descuento. Incluso en la prolongación encontró tres situaciones para lograr un empate merecido. Pero fue el Barça el que se llevó la victoria con extremo sufrimiento.