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Ganar
La Liga en octubre parece posible para este Real Madrid teniendo en cuenta su facilidad para desequilibrar los partidos sin hacer
nada del otro mundo. Hoy ganó
El Clásico con autoridad, sin hacer demasiado en lo colectivo a nivel estético, pero no le hizo falta para ser punzante en las dos áreas. Victoria 3-1 que le coloca líder de La Liga con
25 puntos, 3 más que un pobre
FC Barcelona, al que pudo haber masacrado si hubiese querido, pero al que le bastó con marcarle tres para agudizar su crisis tras casi que quedar al margen de la segunda fase de la
Champions. El Barcelona fue una verbena en defensa evidenciada en un horrible partido de
Eric García y de algunos más.
El Barça tocado tras el empate ante el Inter que le acerca al precipicio en la Champions, visitó el Bernabéu dispuesto a lamerse las heridas con una buena actuación, que no se hizo realidad pese a que tuvo el balón y la iniciativa en gran parte del partido (57 % de posesión y 18 remates a portería, el 82 % fuera de los tres palos). Fue un Barcelona decepcionante que no tuvo peso en ataque, que no supo surtir a su hombre más peligroso en ataque; Robert Lewandowski que de paso, perdonó una muy clara en la primera mitad. Pero poco más. El polaco desaparecido como todo su equipo que no pudo con la firmeza defensiva de su rival y que hizo agua en defensa ante el empuje vorágine de su rival. El Madrid explotó su espalda y le destrozo.
Benzema a los 12` tras un carrerón de Vinicius que estalló a los dos centrales y 18 minutos después; Valverde, en absoluta soledad, marcó el 2-0 con derecha. Busquets, que naufragó en todo el partido, ni siquiera, le hizo sombra. Ventaja a golpe de pegada, de fútbol vertical e intenso, ante un fútbol estático, sin dinámica y lento en su avance. El Barcelona no tuvo argumentos para inquietar al Madrid, pese a que en la recta final del juego, descontó por intermedio de Ferrán.
El 2-1 lo propició Ansu Fati, que fue el mejor hombre "Culé" y que no se entiende porqué no es titular en este Barça en plena crisis al que remató al Madrid, con un penalti obra de Rodrygo, tras una infracción de como no, Eric García, un completo desastre.
3-1 para agudizar una semana negra del Barcelona y para disparar a un Real Madrid a la cabeza de La Liga en la que ya toma el poder y del que será difícil desbancarlo.