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Apuntalar la clasificación como primero de grupo era el objetivo del Chelsea en su duelo ante la Juventus en Stamford Bridge en una noche que se presagiaba como la de otras tantas en el exclusivo sector de Kensington. Y lo fue, pero con un factor clave y diferencial en el fútbol moderno, la intensidad y la dinámica con la que juega el Chelsea de Thomas Tuchel, un plus marcado que sobrepasa su calidad técnica a nivel colectivo e individual.
El aplastamiento 4-0 sobre una Juventus que decrece, en el partido 50 de Thomas Tuchel -que apunta claramente a mejor entrenador del orbe y merece esa distinción- fue una exhibición una vez más de lo que es capaz de hacer el Chelsea imponiendo su talento y sobretodo, su enorme capacidad física.
El 3-4-2-1 que mudó por leves momentos a un 3-5-1-1 como en el caso de anoche con Hakim Ziyech, cambiando su demarcación por banda para sumar una dosis de talento adicional en el enganche, pero con una clara incidencia de penetración por fuera, fueron los puntos de referencia que el cuadro "Blue" exprimió para demoler a una Juventus, que ya no es el equipo poderoso y temible en las dos áreas. La Juve de la intensidad y de la contundencia, se quedó en la primera etapa de Massimiliano Allegri, por lo menos para pelear mano a mano en las grandes ligas; es decir, la Champions.
El Chelsea sí lo está; como el Bayern, el Liverpool y el mismo Manchester City, que suman a su talento una enorme capacidad de desequilibrio, gracias a su intensidad en el juego, con y sin balón. Lo que busca Xavi en su Barça, ya lo tienen estos equipos y veremos si el PSG, es capaz con lo que tiene de imprimir el sello diferencial en el fútbol de élite.
El Chelsea acorraló a la Juve, no le dio respiro por fuera y por dentro y lo martilló como hacía con sus rivales en las "remotas" épocas de José Mourinho en su primera etapa en 2004 y también de Antonio Conte en 2017, hasta aplastarlo con una cascada de goles que terminó por sentenciar un partido no sólo dominado desde la posesión (54 %) -con tramos de un 62 % sobretodo en el primer tiempo- sino que también sin balón, hasta un 71 % de acierto en recuperaciones en campo contrario.
El Chelsea acorraló a la Juve desde el inicio, no le dio salida limpia a Juan Cuadrado y Alex Sandro por los laterales y con líneas juntas y adelantadas; lo presionó, lo hostigó y le recuperó el balón muy cerca de su portería. Para ello tuvo intensidad, dinámica, sentido colectivo y apoyos en marca a lo que sumó control del juego con tenencia de balón y un desprendimiento del esférico con rapidez. Para todo ello se necesita fondo físico y un alto nivel de juego, algo que no dudaron en reconocer Massimiliano Allegri y Leonardo Bonucci en el Flash Interview.
"Ante estos equipos necesitamos jugar siempre al 100 % en todo momento" En eso coincidieron ambos. El Chelsea si tuvo el factor diferencial del fútbol moderno, la intensidad, con y sin balón.
This team is unstoppable. 🚀 #UCL pic.twitter.com/esUslaQfMy
— Talk Chelsea (@talkchelsea) November 23, 2021