El Rayo Vallecano de Andoni Iraola, ha sido un verdugo crucial en esta campaña "cule". Le venció en la primera vuelta y aquella derrota significó el despido de Ronald Koeman. Ahora, le ha vuelto a ganar pero en Barcelona para apartar definitivamente al Barça del sueño de La Liga y apretarle sus opciones de clasificación a la Champions, su prioridad. Aparte, le ha dado una estocada al movimiento "Xavineta" que ha durado poco.

El Barcelona esta noche ha sido incapaz de generar peligro, fabricando jugadas hilvanadas. Es cierto, que en la segunda mitad generó más peligro que en la primera, pero sus ocasiones fueron acciones aisladas o individuales en su mayoría propiciadas por Ousmane Dembelé, de nuevo su jugador más decisivo.

Una vez más no tuvo fluidez en su juego y la espesa barrera del Rayo, le complicó su accionar ofensivo hasta el 114, tiempo en el que se extendió el juego.

El Rayo ha hundido a un Barça que en la primera mitad ha estado flojo en ataque y que en la segunda ha crecido sin tener la claridad para definir. Le ha faltado intensidad y rapidez en las combinaciones y al Rayo, le bastó con estar bien posicionado en defensa para endosarle una nueva derrota, la tercera en línea en el Nou Camp por primera vez en la historia.