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El partido de esta noche ante el FC Barcelona en los 16avos de final de la UEFA Europa League, era capital en la temporada del Manchester United y en su propósito de apostar por una gran conquista en esta campaña. Al margen de las copas nacionales; el United, que pelea aún por la Premier se ve con fuerza, motivación y fútbol de sobra para pujar por la conquista europa de la antigua Copa de la UEFA, un trofeo que no es menor y que ya ganó con autoridad en la 2016-2017 de la mano de José Mourinho. Éste año apunta a lo mismo dando un paso al frente de forma categórica bajo el mando de Erik Ten Hag, un entrenador que desembarcó en Old Trafford dispuesto a cambiar el sino de este legendario club y lo continúa haciendo tras deshacerse del Barça con solvencia.
Ten Hag, ha devuelto al Manchester United al protagonismo en la Premier y le ha colocado en una instancia crucial en Europa, tras superar con creces al FC Barcelona, que demostró que está en el camino para ser un equipo competitivo en Europa; por ahora no lo es, pero está en esa tarea, aunque por ahora está lejos de todo un coloso como el United, que ha dado un salto colosal en materia de calidad colectiva e individual.
Ésta noche sin margen de error, comenzó el partido como un tiro dispuesto a devorar al Barça con un fútbol explosivo en donde emergían las figuras de Marcus Rashford su hombre más en forma por izquierda mudando su posición de "falso 9" para la colocación de Weghorts como hombre más adelantado, por derecha Bruno Fernándes, muy activo también en tareas defensivas y un mediocampo muy blindado con Fred y Casemiro, el primero con mayor libertad para mudar al ataque.
El United se encontró pronto con la desventaja por el penalti que convirtió Lewandowski, pero mantuvo el temple y fue capaz de controlar los buenos tramos del Barça con balón a través de un gran Busquets en el PT más Kessie como interior con libertad y Lewandowski, siempre peligroso en ataque.
Ten Hag ha encontrado solvencia defensiva en la pareja de la zaga; Lisandro López y Raphael Varane, siempre secundados por un Casemiro imperial que no sólo marca sino que fabrica juego ofensivo con sus pases en largo y al espacio, más toda la frecuencia ofensiva que aportan por los laterales Luke Shaw y Wan Bissaka.
Éste Manchester United es un equipo que de a poco se hace fuerte atrás, es contundente en el mediocampo a través de Casemiro y es explosivo y muy vertical con Rashford, Sancho, Garnacho, Bruno, Pellestri y Antony, el gran factor con el que Ten Hag, cambió el sino del partido en la segunda mitad. El ex del Ajax, rompió una y otra vez a Balde por derecha en ataque y su zurda mágica fue una fuente de desequilibrio, pases al espacio y un soberbio gol con el que se decidió el juego. Mucha calidad individual, exceso de despliegue ofensivo y un equipo que como bloque sustentado en su gran poderío físico, ha dado un paso al frente para ser competitivo en todos los torneos. Y sobretodo, un equipo que se siente capaz de competir mano a mano con grandes equipos como el Manchester City al que venció recientemente, al Chelsea con el que empató con mérito en The Bridge y ahora con el FC Barcelona, al que ha vencido con justicia para meterse en los octavos de final de la UEFA Europa.
Éste proyecto del Manchester United apunta muy alto.