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La diferencia la ha marcado la pegada del Madrid para salir avante en un clásico intenso y emotivo, como hacía tiempo no se veía. El Real Madrid jugará la final de la Supercopa de España tras vencer a una de las mejores versiones del Barcelona de Xavi Hernández con un ajustado 2-3 que se definió en una prorroga emotiva. El Madrid sumó su quinta victoria en línea en El Clásico en todas las competiciones, igualando la racha de triunfos conseguida entre 1962 y 1965.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) January 12, 2022
El Real Madrid ahora manda sobre el Barcelona, pero después de esta noche, la sensación puede ser de que la distancia entre los dos se ha acortado producto de la buena actuación del club "culé" que quizás, ha merecido algo más al tenor del trámite del juego.
El Barcelona después del tanto inicial de Vinicius, mandó desde la posesión, desde la intensidad en su juego y desde un atrevimiento futbolístico que obligó al Madrid y retrasar posiciones, a defender muy cerca de Courtois y ya no tener balón para poder organizar las peligrosas transiciones con las que ya había intimidado a su rival.
En una de ellas, Vinicius adelantó al Madrid al minuto 25 con un remate de zurda inapelable. Hasta ahí el Madrid, tenía más posesión y organizaba peligrosos contraataques, que contrastaban con el juego hilvanado de un Barcelona, que pese a ello, no generaba ocasiones. Pero dominaba, hasta mejorar en todo.
El cuestionado Luuk de Jong, acreditó que sigue en vena anotadora tras igualar a los 41 minutos en casi la primera llegada a gol de los "Culés". 1-1 para disparar al Barcelona en control del partido con Gavi y Busquets, más un juego rápido por las bandas con un muy activo Dembelé y un Dani Alves incesante por derecha. El que no estuvo tan activo fue el debutante Ferrán Torres, al que se le notó falto de forma.
En la reanudación, el Barcelona intensificó su dominio y sometió ya en ataque a un Madrid, que daba la sensación de haberse quedado en el vestuario. Sin ritmo, sin presión y sin posibilidades ofensivas, el conjunto de Carlo Ancelotti, estuvo al borde del KO en el tiempo reglamentario tras el 2-2 logrado por el siempre resolutivo Ansu Fati al 83` como respuesta al tanto de Benzema, lo mejor del Madrid en la segunda mitad.
En el Barça volvieron Fati y Pedri, vitales en el peso ofensivo del Barcelona en la segunda parte, aunque el tanto de la victoria no llegó y eso que tuvo ocasiones, pero perdonó. El que no lo hizo fue el Madrid, que sin mejorar en lo colectivo con balón, pero sí con arrestos físicos, se las arregló para definir el choque en la prórroga con un tanto de Fede Valverde, capital.
2-3 para el Madrid, que jugará una nueva final de la Supercopa a golpe de pegada. El Barcelona perdió un nuevo clásico, pero ya la diferencia con su enconado rival es limitada. Ya se ven brotes verdes en este Barça de Xavi.