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Tercera aparición de Luis Díaz con la elástica del Liverpool y la sensación es que no desentona y aunque es una pieza nueva, ha conseguido encajar de manera inmediata en un andamiaje ya estructurado. Esta noche en San Siro ante el Inter en la ida de los octavos de final de la UEFA Champions League, ingresó al minuto 59 y su participación fue muy positiva; incluso, con una actividad y un protagonismo esperanzador.
Lo que se espera de Luis Díaz en el Liverpool, es que sea un as de espadas crucial para un ataque ya consolidado y definido. El colombiano deberá poco a poco integrarse en el juego rápido y fulgurante de los "reds"- algo a lo que por fortuna ha entrado sin necesidad de calzador- y convertirse en una pieza determinante a nivel individual y colectivo.
Hoy en un juego decisivo en el
Giuseppe Meazza, se mostro activo, participativo y con ganas de ser un jugador con impacto inmediato
como lo fue ante el Cardiff City con una asistencia y ante el Leicester en la
Premier con una incidencia llamativa como la de un
jugador versátil, capaz de jugar con eficiencia fuera de su posición habitual como extremo por izquierda y con una respuesta que no le permite desentonar con respecto a sus compañeros. Es un valor que le da más recursos a un equipo ya de por sí potente de mediocampo hacia adelante.
Su polivalencia debe ser una virtud que le hará ser importante para
Jurgen Klopp.
Esta noche jugó 32 minutos en los que tuvo una efectividad en el pase del 83,3 % el sexto del equipo y el tercer mejor de los jugadores que ingresaron desde el banquillo. El de La Guajira, sumó 29 pases, remató dos veces a portería y firmó un tackle, un rendimiento redondo al que sólo le faltó el gol, tuvo una muy clara en las propias barbas de Samir Handanovic. Se mostró activo y su debut en la Champions con los "reds" quedará para el recuerdo como la de un paso más en su adaptación al juego de un equipo en el que hará historia. Pero todo a su tiempo, es mejor ir lento y seguro.