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Colombia, sigue con su mal fario y sus pecados "mortales" que terminan por condenarle casi siempre en sus visitas al mítico estadio Centenario de Montevideo. Los 51 años sin ganar a Uruguay como visitante, se extenderán como la pólvora, tras el lamentable traspiés de la noche del viernes en el que cayó con toda justicia 3-2, con todo y que dominó el primer tiempo, tuvo personalidad para jugar mano a mano desde el inicio ante esta Uruguay limitada desde lo técnico y que consiguió empatar en el último aliento en una jugada fortuita. Pero ni así, fue capaz de sacar un buen resultado que le hubiese acercado un poco más a esa clasificación al Mundial de 2026, que tarde o temprano se producirá. El clasificar no es ningún mérito, el mérito siempre será tener actuaciones cumbres ante los equipos de pedigrí y de linaje en Sudamérica como Brasil, Argentina y ésta Uruguay, a la que le falta fútbol, pero le sobra lo que siempre ha tenido, garra y espíritu competitivo; precisamente, lo que le falta a Colombia.
La Selección de Nestor Lorenzo se dejó los tres puntos, tras tenerlos en el bolsillo en el PT y tras asegurar uno en el aliento final con el gol de Carlos Andrés Gómez. Era el 2-2 al minuto 96` con uno más para la adición que se extendió por diversas interrupciones hasta llevar el partido al 101`, justo tras la igualdad colombiana que precedió la jugada que desencadenó en el gol del triunfo "Charrúa" en un cúmulo de despropósitos.
Colombia, volvió a pecar como tantas otras veces de inocencia y de falta de malicia. Se quedó mentalmente celebrando un gol y fue sorprendido por el empuje uruguayo que hasta el final, fue su gran arma para llevarse la victoria. Ésta Uruguay de Marcelo Bielsa, que busca construir desde la fluidez, pero que no lo consigue por falta de recursos, sabe aplicar lo que lleva en el ADN, la garra y el empuje que hacen parte de su historia y que finalmente, les llevó a una victoria como en tantas otras ocasiones y con Colombia, como una de sus víctimas predilectas.
Colombia ya cayó en el pasado en Montevideo como lo hizo anoche, con el viento a favor y cerca del final. Una historia repetida de la que no se aprende; por falta de jerarquía, por falta de concentración, por falta de tensión en momentos cumbres y porque ésta Colombia de Nestor Lorenzo, sigue marcada por la irregularidad y por la falta de competitividad en muchos momentos.
El PT de anoche en el Centenario, ha sido de las mejores actuaciones de la Selección Colombia en esta eliminatoria. El once que dispuso Lorenzo, fue un equipo firme en su retaguardia, con Lucumi y Sánchez; serios, bien posicionados y con permanentes ayudas del bloque medio de Árias y Portilla- el jugador de Talleres de Córdoba fue uno de los mejores del cuadro "tricolor"- que no le daban espacio y tiempo al ataque uruguayo, espeso y sin recursos para vulnerar dicha oposición.
El 4-2-3-1 que mudaba de acuerdo al trámite del juego, fue el punto de partida de una Colombia, que salió a jugar con personalidad, carácter y una idea firme de generar desde la tenencia, con asociaciones en corto y en largo y con dinámica, teniendo como eje a Juan Fernándo Quintero, que fue una de las noticias positivas de la jornada. El jugador de Racing; hoy en día, es mucho más que James Rodríguez, por continuidad, estado de forma y ritmo de competencia y lo demostró en un primer tiempo de gran nivel en el que apareció no sólo por su gran gol de libre directo, sino porque con su calidad, movió al equipo y le dio sentido al juego. Quintero, está para ser titular ante Ecuador el martes.
Quintero brilló y Colombia lo hizo a nivel colectivo en un PT del que se marchó venciendo 0-1, con un mayor índice de posesión 62 % , más remates a portería 5 sobre 4 y mayor cantidad de pases totales (212 sobre 166) y pases completados (189 sobre 124). Una superioridad que lastimosamente, no se extendió en el ST.
Lorenzo no fue capaz de activar al equipo para que jugará con tensión en el ST. Un Uruguay necesitado y que caía ante su público, salió enardecido y se comió a Colombia a base de juego directo, de empuje y de garra. La "Celeste" fue capaz de darle la vuelta al marcador en 4 minutos con el autogol de Davinson Sánchez y el tanto del veterano Rodrigo Aguirre, en un tramo en el que ya estaba montado en el partido, presionando a Colombia en su salida, ganando todas las segundas jugadas y por fuera, con centros permanentes al área que llevaron a su rival a jugar con bloque bajo muy cerca del golero Vargas, otra de las figuras.
Tarde o temprano Uruguay se metería en el partido y lo hizo con sus recursos de toda la vida y Colombia, por contra, perdió el hilo conductor del juego, perdió el balón y perdió la personalidad que tuvo en el capítulo inicial. Todo fue un desastre en el ST y pese a igualar de forma inesperada, terminó cayendo en el último aliento, como tantas otras veces, repitiendo una historia que no se cansa de suceder. El equipo de Lorenzo, perdió una ocasión histórica para haber ganado en Montevideo, lo tuvo en su mano pero le faltó carácter y jerarquía, virtudes de las cuales no suele presumir.
Juan Carlos Quiñonez Bonilla
Periodista Deportivo. Especialista en Fútbol Internacional
Graduado en Especialización de Scouting y Análisis del juego en MBP School of Coaches de Barcelona (España)
Editor Discoveryfootball.com
Miembro AIPS.
Experiencia periodística en Todelar Radio (Colombia), Fútbolred (Colombia), Cablenoticias (Colombia), Europa FM (España), Briefing Networks (España)
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