El joven jugador oriundo de Bradford, es el cabeza de cartel del cuadro marsellés para esta temporada. Es el hombre fuerte, es la apuesta personal de Roberto De Zerbi, que ve en él una pieza clave para generar desequilibrio en la segunda línea de volantes y razón no le falta. Mason Greenwood, siempre ha sido un jugador punzante, desequilibrante por el carril interior y con gol como lo acreditan sus 10 tantos en sus última campaña con el Getafe, en donde de paso, no faltó el que le recordara su polémica doméstica.

El alcalde de Marsella; Benoit Payan del Partido Socialista, se mostró contrario desde el comienzo al fichaje de Greenwood, algo que sería "vergonzoso" para la ciudad. La opinión de Payan no ha cambiado tras la presentación del jugador inglés el pasado jueves en la que prometió no darle importancia a las voces criticas del máximo dirigente de la ciudad y de la campaña masiva de aficionados que a través del hastag #GreenwoodNotWelcome rechazaron de plano la llegada de Greenwood, marcado por las acusaciones de violencia y abuso contra su novia en 2022, algo que nunca se pudo comprobar.

Así como la mitad de la afición del Marsella no quiere a Greenwood en el club, la otra mitad a través del hastag #GreenwoodWelcome le han dado la bienvenida al inglés y creen que es hora de dejar atrás su pasado como lo manifestaron a través de varias pancartas poco antes de su presentación.

Mason Greenwood divide a la maravillosa ciudad de Marsella que también se divide entre ricos y desfavorecidos unos y otros contrarios y a favor del ex jugador del Manchester United que lucha por dejar atrás su estigma de abusador. Unos le apoyan para seguir adelante y otros se dedican a recordarselo a todo momento. Es el estigma de un gran jugador que con el fútbol busca dejar atrás su tormentoso pasado.