Contacto:
+34 643406960
contacto@discoveryfootball.com
Anoeta, siempre ha sido un campo complicado para el FC Barcelona, no sólo por el ambiente hostil del público, sino por la intensidad con la que siempre juega la Real Sociedad en su mítico estadio. Ésta noche no fue la excepción, aunque para el Barcelona, tuvo un final feliz con un sufrido triunfo 0-1 con gol de Pierre Emerick Aubemayang en la primera mitad. En la segunda mitad, la Real avasalló al Barça y sólo su falta de pegada, le condenó.
El triunfo, determinante en las aspiraciones del cuadro "culé" para jugar la próxima Champions, mantiene al Barça segundo con 63 puntos a 15 del Madrid con un partido menos. La Real que puja por puestos de Champions, es sexta con 55 a 6 de la frontera de la máxima competición europea.
¡El @FCBarcelona_es duerme 2º de #LaLigaSantander ! 💙❤ #TheFansGame pic.twitter.com/kW5NB2UP5V
— LaLiga (@LaLiga) April 21, 2022
En un partido vital para ambos, la intensidad fue clave y ella fue utilizada hasta el extremo por una Real Sociedad que literalmente pasó por encima del Barcelona en la segunda mitad, teniendo mayor potencial físico e intensidad en cada una de sus acciones. La Real sumó 11 remates a portería en todo el partido, 8 de ellos en el segundo tiempo en el que acorraló al Barça que sólo atinaba a rechazar de cualquier manera los envites "donostiarras".
Pero la Real no tuvo pegada; ni Sorloth, ni Isak que ha entrado en barrena anotadora, pudieron marcar hasta 4 ocasiones muy claras; incluso, Ter Stegen, fue figura en dos acciones determinantes. El cuadro "Txurri Urdín" arrasó al Barça y mereció una igualdad que se rompió a los 11 minutos, por intermedio de Pierre Emerick Aubameyang, que concluyó a placer una larga jugada iniciada por Ousmane Dembelé.
Tras el gol el Barcelona, tuvo más control del juego, pesaron Busquets y De Jong y arriba Dembelé fue un incordio con su velocidad y regate. Incluso, pudo haber llegado un segundo tanto "Culé"; sin embargo, en la segunda mitad desapareció ya que fue arrasado por la intensidad de una Real desbocada que le acorraló y que le sometió hasta el final. Su falta de pegada le condenó en un partido clave en Anoeta, en donde siempre ha hecho sufrir al conjunto "Blaugrana". Hoy, no fue la excepción.