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La Inglaterra de Gareth Southgate no es que haya convencido demasiado en su etapa ya de 6 años largos al frente de los "Three Lions". Pero tampoco lo hizo la de Roy Hodgson, ni la de Sven Goran Ericsson ni la de Glenn Hoddle que prometía demasiado en Francia 1998. Sin embargo, siempre es bueno quedarse con lo positivo en lo global, y es por eso que vale la pena reconocer la seducción que produjo la selección inglesa en su debut en esta Copa del Mundo de Qatar en la que apabulló sin contemplaciones (6-2) a la hoy frágil Irán del míster Carlos Queiroz, que no es tan débil, pese a todo.
Inglaterra, sabe que está ante una
oportunidad de oro para volver a ganar una Copa del Mundo y que el proceso ascendente que desarrolla de la mano de la dupla
Gareth Southgate-Steve Holland, desde 2016, está cumpliendo los pasos y los plazos para hacer algo grande a nivel internacional. La generación de jugadores que le acompaña es
esplendorosa, con recambios de nivel y de una profundidad de plantilla de la que muchos no pueden presumir. Hoy quedó demostrando con un fútbol estético y preciso ante Irán.
A Southgate se le critica mucho en las Islas, su estilo conservador y escaso de ambición en competiciones cumbres. Ya le pasó en Rusia 2018 y en la pasada Euro 2020, en donde en ciertos momentos definitivos, mostró racanería y falta de ambición. Mucho de razón se tiene a nivel popular, pero es que al fútbol no lo marca un sólo estilo, lo determinan las necesidades de como actuar y jugar en momentos determinados del juego. Y eso ya lo entiende bien Southgate, que no quiere cometer en Qatar, los errores de sus predecesores.
La Inglaterra de los mundiales recientes; no brilló ni trascendió, por su papel conservador y reactivo en los momentos más cruciales. Pese a contar con jugadores de primera talla mundial, no fue capaz de conjuntar todo ese talento y hacerlo funcionar en una propuesta colectiva continua. Más bien siempre espero desde atrás su momento, sin proponer demasiado. No fue una selección de protagonismo con el balón y sin él, sino que lo fue siempre desde destellos individuales y de un papel secundario ante rivales de igual enjundia. Con Southgate ahora, parece que esto puede cambiar.
Veremos como se comporta el entrenador de Watford, en las fases del KO, seguramente funcionará de acuerdo a los momentos de cada juego, lo cuál es válido. Inglaterra, entiende que para ganar este Mundial, necesita no recibir y ser muy preciso en ataque y eso en parte lo hizo hoy ante Irán.
Southgate apostó por un 4-2-3-1 con un doble pivote en el que destaca el talento de Jude Bellingham y la polivalencia de Declan Rice, un valor que brilla desde la sombra. El medio del West Ham, se sacrifica en recuperar balón y de ayudar a dar salida y el de BVB, sobresale por su calidad e imponencia en el toque y en la asociación. Más adelante dos interiores que pueden ser extremos como Bukayo Saka y Raheem Sterling y de enganche con mucha libertad Mason Mount. Como un "falso 9" Harry Kane, que hoy no marcó, pero otorgó dos asistencias. Confluye demasiado talento de mediocampo hacia adelante.
Inglaterra dominó el partido desde el principio con el balón, con la iniciativa del que quiere ser protagonista y del que quiere presentar sus credenciales de candidato a la corona desde el mismo inicio. En tramos del juego rozó el 70 % de posesión y terminó el partido con un destacado 78 % en tenencia, con una clara vocación de ataque que le llevó a rematar 13 veces a portería. Y lo hizo por momentos de forma hilvanada; con paciencia, con un juego asociativo limpio y claro y otras veces con su ya conocido juego vertiginoso en busca de la velocidad de los Rashford, Sterling, Saka, Foden & Cia. Dos estilos, el mismo fin.
La victoria final 6-2 no le coloca como candidato al título, ya lo era desde antes del Mundial, pese a las dudas de la UEFA Nations League en la que descendió de categoría tras caer en 3 de los 6 juegos de la fase de grupos. Es candidato por la reunión acertada de talento y calidad que aglutina, por su firmeza en cada una de las demarcaciones y porque su profundidad de banquillo le permite creer en sus posibilidades en este Mundial, mucho más que en otros en los que su banquillo no era tan competente. Y a todo eso le suma el hambre de gloria que continuamente expresan los jugadores en cada declaración.
Los "Pross" en Qatar sueñan con algo grande y tienen los recursos para conseguirlo. Gareth Southgate tiene a disposición una plantilla completa en todas sus líneas. Dependerá de como mueve las fichas en los momentos definitivos. Hoy por lo menos, las movió con toques continuos de seducción.