Contacto:
+34 643406960
contacto@discoveryfootball.com
El 37 % del flujo ofensivo del FC Barcelona ante el Sevilla, se descargó por el carril central, de la mano de uno de los principales actores del cuadro «culé» en su victoria de película 0-2 en Nervión que le mete de nuevo en la pelea por el título de La Liga.
Ousmane Dembelé, en su mejor versión de la temporada y quizás la más redonda desde que llegó a la Ciudad Condal, destrozó al cuadro «Hispalense» por su sector a golpe de velocidad y habilidad. Una exhibición del «galo» en total estado «On».
Encendido estuvo a lo largo de los 90 minutos el de Vernon, que junto a Leo Messi fue el gran bastión de la victoria «azulgrana» ante un Sevilla plano y ausente. Dembelé, sí apareció para herir de muerte al rival con su explosividad y su brutal zancada, una gacela vestida de «Culé».
Ousmane de 23 años, respondió a las críticas de Ronald Koeman que a lo largo de la semana le criticó por su falta de gol (3 tantos hasta ayer en Liga) reclamándole más participación en el juego y sobretodo, más acierto de cara a gol. Dembelé, no le falló en un partido grande.
El Barcelona necesitaba ganar para engancharse de nuevo a la carrera por el título y para recuperar sensaciones tras los varapalos ante el PSG y el Cádiz. El Sevilla, un incómodo rival fue «carne de cañón» para un Barcelona, agresivo como pocas veces en la presión e intenso -como otras tantas- en la intensidad de su juego.
Con un Sevilla desequilibrado y defendiendo muy alto, la velocidad de Dembelé emergió como nunca. Ousmane marcó el 0-1 a los 29` atacando el espacio tras un soberbio pase de Leo Messi. El francés ganó en velocidad y martilló con zurda.
De ahí en adelante, su rendimiento estuvo más encendido que nunca, atacando por el centro o por izquierda pero no tan pegado a la banda, con el fin de darle todo el carril a Jordi Alba, más adelantado que casi siempre. Estuvo agresivo para presionar y para recuperar el balón y su participación en el juego fue permanente.
Dembelé, firmó números impropios de su trasegar en el Barça. Tuvo un 94 % de acierto en los pases, remató a portería 3 veces y atacó el espacio en 11 ocasiones. Su velocidad y su movilidad fue incontrolable para la zaga sevillista, desquiciada por el estado encendido del siempre discutido Ousmane Dembelé. Ayer en Nervión, dinamitó de nuevo la parte alta de La Liga con una exhibición en total estado «On», una versión no tan común en él.