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La derrota de la Lazio 1-2 ante el Udinese, el lunes cerrando el round 28 de esta temporada del Calcio, ha sido el límite de un vaso que se ha derramado sin césar en el cuadro romano. La Lazio es novena en Serie A con 40 puntos y está muy lejos de puestos de UEFA Europa League y de la Champions, de la cuál salió sin remedio la semana pasada a manos de un Bayern, en plan fulminador. Como consecuencia de su lamentable trasegar deportivo y de entre otros motivos; ésta tarde su entrenador Maurizio Sarri, ha comunicado al club su renuncia irrevocable, algo que ya se olía. Sarri, no es de "medias tintas".
El adiestrador napolitano se marcha de la Lazio por la mala dinámica de resultados -4 derrotas en los últimos 5 partidos en Serie A- y por desacuerdos con la junta directiva que lidera el presidente Claudio Lotito. Sarri y Lotito son como el "agua y el aceite" y el ex del Chelsea, la Juventus y el propio Nápoli, resigna por voluntad propia su condición de entrenador.
Sarri cierra su etapa en el cuadro "Biancocelesti" con un porcentaje de victorias del 47,45 % el peor desde su llegada al primer plano de los banquillos con el Nápoli en Junio de 2015, tras una seductora etapa en el Émpoli, segundo de la Serie B en la campaña 2013-2014 en la que selló su ascenso a Serie A. El gran precursor de este logro fue Sarri y su estilo de juego de posesión y sentido ofensivo que llamó la atención del Nápoli que le fichó con un contrato de un año renovado hasta el verano de 2020.
En el cuadro "Partenopéo" dejó su sello como entrenador al desplegar un fútbol estético, plagado de largas posesiones y de una verticalidad cautivadora que le hicieron ser uno de los equipos más ofensivos en Italia. Aquel Nápoli era seductor con Dries Mertens, Gonzalo Higuain, Manolo Gabbiadini y Lorenzo Insigne y por detrás una medular en la que gobernaba el talento de Jorginho y la visión de juego de Marek Hamsik. El Nápoli volvió a la Champions de la mano de Sarri y fue animador permanente de la parte alta del Calcio. Obtuvo un 66,22 % de rendimiento en 3 temporadas.
El Chelsea le fichó como sustituto de Antonio Conte en el verano de 2018 y en el cuadro "Blue" logró el primero de sus grandes éxitos deportivos al ganar la UEFA Europa League de 2019. Se marchó del Chelsea a los pocos días por desacuerdos con la directiva y su rendimiento llegó a un interesante 61,90 % en una campaña.
Su salida del cuadro londinense le llevó directo a la Juve que le firmó un contrato por tres temporadas. En la "Vecchia Signora" ganó el Scudetto en 2020 y fue finalista de la Coppa y de la Supercoppa. La eliminación de la Champions de 2020 en octavos de final ante el Olympique de Lyon y serias disputas internas con Cristiano Ronaldo y otros jugadores, sentenciaron su estadía en la Toscana de donde fulminado en agosto de 2020. Con el cuadro "Bianconero" firmó un destacado 65,38 % de victorias, muy cercano al índice que tuvo en el Nápoli.
Ahora, casi 4 años después y tras 2 temporadas y media en la Lazio a la que tan sólo ha conseguido clasificar a la Champions de esta temporada, sin exhibir el tipo de juego que hubiese querido, por la mala dinámica de resultados del último tiempo y por divergencias con el presidente Lotito en gran medida, por la política de fichajes del club; Sarri, da un paso al costado del cuadro "Laciale" con su peor índice de victorias de su carrera en la élite con un 47,45 % producto de tan sólo 65 victorias en 137 partidos en todas las competiciones. Sarri, no ha conseguido implantar su sello en la Ciudad Eterna y por eso su salida era más que cantada. El peor paso de su carrera en la élite con el FC Barcelona en el horizonte, que le podría ver como un candidato por estilo de juego adecuado para la próxima temporada. Veremos...
Juan Carlos Quiñonez Bonilla
Periodista Deportivo. Especialista en Fútbol Internacional
Editor Discoveryfootball.com
Miembro AIPS
España.
Experiencia periodística en Todelar Radio (Colombia), Fútbolred (Colombia), Cablenoticias (Colombia), Europa FM (España), Briefing Networks (España)
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