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Argentina, siempre se vio ganadora ante Australia, pero que tuvo que sufrir al final para alcanzar unos cuartos de final que saben a gloria. En un partido que dominó casi desde el comienzo eso sí sin crear mayor peligro, vio como se le complicó el panorama con el autogol de Enzo Fernández al minuto 77` y después la gran acción "maradoniana" de Aziz Behich y la última con la parada milagrosa de Emiliano Martínez al remate del joven Garang Koul. Pudo ser el 2-2 para mandar el partido a la prórroga; pero al final, fue triunfo para Argentina de la mano del de siempre, del único activo que puede marcar su desequilibrio; Leo Messi, que llegó a 1000 partidos como profesional y que los pudo celebrar siendo el jugador que "abrió la lata" para una Argentina, que no termina de seducir. Con lo justo ante rivales de menos entidad.
Y Australia lo era, sobre el papel. El equipo "Aussie" firmó una gran actuación en defensa hasta el minuto 35` cuando Messi, se encargó de desequilibrar la balanza. El cuadro de Graham Arnold, se mostró firme en su retaguardia exponiendo un 4-4 con dos líneas muy juntas que ejercían presión cuando el balón superaba la medular y con los apoyos de Mitchel Duke y Jackson Irvine, muy trabajadores evitando la salida argentina. Aaron Mooy y Kenau Baccus, siempre encima de Messi, que como "falso 9" veía como no entraba en contacto con el balón. El jugador del PSG, tenia que bajar a primera línea a construir el juego y a generar asociaciones que no terminaban de gestarse. Argentina, sólo remató a portería en el primer tiempo con el remate de Messi que fue el 1-0 y poco más. Australia mientras tanto, a la espera de su oportunidad.
En la segunda mitad, Argentina fortaleció su defensa, renunció a buscar más en ataque y pretendió ser firme atrás para bloquear la fortaleza aérea de los "Socceroos". Con línea de 3, la "albiceleste" esperó la propuesta australiana para remachar a la contra. Tuvo ocasiones para aumentar el tanteador hasta que un error de Matt Ryan, fue capitalizado por el joven Julián Álvarez, que marcó el 2-0 que parecía lapidario, pero no.
Australia dio un paso al frente, los ingresos de Mac Laren, Kuol y Goodwin, les dio más profundidad y con 4 al frente sin generar excesivo riesgo, se las arregló para intimidar a Argentina. A los 77`en casi su primera ocasión un autogol de Enzo Fernández, les metió en el partido. Y después creyó en la posibilidad de empatar y tuvo 2 muy claras. Argentina mientras tanto, 4 con Messi y Lautaro como protagonistas. El atacante del Inter tiene cerrada la portería, por lo que Argentina, no dejó de sufrir hasta el final. La atajada de Martinez a Kuol, fue el epílogo a un partido que dio un giro brutal en emociones. Argentina con extremo sufrimiento y con Messi como gran activo se metió en cuartos en donde le espera su primer gran rival en este Mundial, los Países Bajos de Louis Van Gaal.