Desparpajo y habilidad

Gabri Veiga, es un mediocampista que puede ser actuar en el doble pivote del Celta o puede adelantar su posición para llegar a zonas de gol como un volante de segunda línea. Puede actuar en primera línea de la medular, en segunda línea o como interior por derecha,  su versatilidad es imponente, siempre exponiendo su habilidad, su capacidad para salir de la marca, su velocidad, su cambio de ritmo y su capacidad anotadora, nada despreciable en esta edición de La Liga; en la que a propósito, fue elegido como mejor jugador del pasado mes de febrero, con total justicia.

Fuerte irrupción en Balaídos

Veiga nacido en O Porrino (Pontevedra) el 27 de mayo de 2002, está considerado una de las grandes perlas del fútbol europeo y ahora lo es del fútbol español, es por eso que no sería raro que actuará pronto en la selección absoluta, tras un brillante tránsito por las selecciones juveniles.

Habitual de la Sub 18 y recién debutante en la Sub 21, es la perla del Celta, con el que debutó en La Liga en septiembre de 2021; sin embargo, ha sido en esta temporada en la que ha explotado ya en mil pedazos su talento, destacando como un jugador determinante en la construcción del juego ofensivo como en la finalización de cara a gol.

En 25 actuaciones en el campeonato español en la 22-23, ha anotado 9 goles y suma 3 asistencias, sólo superado en registros decisivos en ataque por el gran abanderado del Celta, Iago Aspas (12 goles).

Gabri Veiga, suma 1510 minutos en La Liga, es un jugador con un 1.9 % de remates a portería por partido, suma un 79 % de precisión  en el pase y tiene un 7,1 % en toda la frecuencia ofensiva del cuadro de Balaídos en la presente liga. Es un jugador que pese a su juventud, ya se ha asentado con personalidad y carácter como un valor importante para los "vigueses" y su crecimiento meteórico a nivel futbolístico es certero hasta el punto de que el Real Madrid y la Premier están llamando a su puerta.

Gabri, preferiría jugar en el Madrid que tendría que poner 40 millones de euros por su clausula de liberación, una suma asequible que cualquier gigante pagará sin despeinarse. Ya lo dijo Carlos Mouriño, resignado ante la inminente salida de la última gran atracción que ha actuado en Balaídos. De allí se marchará en el mercado estival con total seguridad. Un espectáculo total.