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El "No" rotundo por ahora de Zinedine Zidane, ha significado el "Sí" contundente de Christophe Galtier a la propuesta del PSG para elegirle como su nuevo entrenador en sustitución de Mauricio Pochettino. El head coach nacido hace 55 años en Marsella- como el propio Zidane pero en 1972- hace realidad así su gran sueño de dirigir al club parisino del que es declarado admirador desde su ya lejana etapa en el Saint-Étienne cuando ya lanzaba mensajes "románticos" del club dominador del panorama francés. Él a propósito, ha sido el único en interrumpir la senda victoria del PSG en la Ligue 1
La prensa francesa ya hace referencia a un acuerdo entre el Niza, club en el que entrenó Galtier la última temporada y el PSG para su liberación por cerca de 10 millones de euros, una cuota de mercado que devuelve al primer plano al marsellés tras la conquista de la Ligue 1 de forma sorpresiva con el Lille en 2021, el único de los últimos 5 años en el que el PSG no ganó "Le Championnat". Algo histórico, que seguro habrá contado mucho en la decisión del club parisino de afrontar su contratación.
Mientras se desbloquea la salida de Mauricio Pochettino, el entrenador marsellés cuenta las horas para ser nombrado nuevo entrenador de un proyecto en el que será cabeza de cartel junto al nuevo director deportivo Luis Campos, con el que ya trabajó en el Lille y con el que encuentra plena sintonía para desarrollar una revolución futbolística en el andamiaje del club parisino.
Campos; principal valedor de Galtier, apunta a una revolución táctica en la que el esquema 3-5-2 será la estrategia base del estilo de juego del PSG en la próxima campaña. Galtier, conoce muy bien este esquema y considera que con las llegadas de Vitinha, la más que probable de Renato Sanches, más el encaminado fichaje de Milan Skriniar como bastión de la zaga, el PSG podrá desarrollar un estilo de juego fiable en todas sus demarcaciones partiendo del 3-5-2.
Galtier ya utilizó este esquema de juego en el Saint Etienne y en su exitosa etapa en el Lille. Ahora, lo mastica a la espera de su ansiado nombramiento como nuevo entrenador del PSG, un viejo anhelo que pronto se certificará como realidad.