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Diego Simeone, suma actualmente un 58,93 % de rendimiento en sus poco más de 10 años como entrenador del Atlético de Madrid, un rendimiento que ha caído de forma abrupta en esta temporada en la que su equipo es quinto en La Liga fuera de posiciones de la Champions con 39 puntos y 7 derrotas, el peor registro desde la 14-15 a esta altura. Eliminado con nitidez en la Copa del Rey que sólo ganó una vez en 10 años y con la vista puesta en la complicada eliminatoria de octavos de la UCL ante el Manchester United a partir de la semana que entra. Simone, busca capotear de cualquier manera, una crisis que es evidente y que le coloca muy cerca del final de su larga etapa como entrenador "colchonero".
Si no ocurre un milagro, Simeone, dejará el cargo en el Wanda Metropolitano. El nombre del ex del Barça Ernesto Valverde asoma como el principal candidato, un hombre que parece a esta altura revitalizado tras dos años de descanso sabático. Por contra; Simeone, en el frente de batalla 10 años de forma continuidad parece agotado en su persona y algo sin duda, su discurso ya no seduce a nadie.
Los jugadores, su caballo de batalla en esta etapa "colchonera" parece que ya no creen en su filosofía y discurso. Un equipo con jugadores como Lemar, Griezmann, Joao Félix, Matheus Cunha y Carrasco, limita su juego al conservadurismo y al no aprovechamiento de ese talento para desplegar un juego ofensivo, sólo tiene hacia el banquillo un dedo acusador y lo es Diego Simeone. Es cierto, que los jugadores siempre tendrán su cuota de responsabilidad, pero en este caso puntual; es Simeone, el que no ha logrado contagiar de espíritu competitivo a este equipo, alejándose además de una concepción que debería encajar con la materia prima.
El colista Levante fue el último en anular a un Atlético de Madrid decadente, que casi no lanzó a portería en un partido que necesitaba ganar y que tras la desventaja no supo como afrontar para siquiera igualar. No encontró caminos, el desespero se apoderó de sus jugadores y la "vuelta de tuerca" que se esperaba de Simeone, nunca llegó.
Está claro que hay una desconexión entre el cuerpo técnico y los jugadores, que no creen a ciencia cierta en lo que su entrenador les transmite. Simeone, tampoco cuenta con lideres de antaño como Godin, Gabi, Diego Costa & Cia, entregados a muerte a su causa.
El equipo actual está hecho de otros mimbres. Destaca el talento y Simeone, no ha sido capaz de transmitir otra idea. Está atado a la misma de siempre (lucha, sacrificio, entrega, conservadurismo y racanería) y eso no le seduce a esta plantilla. Necesitará un milagro para enderezar algo que está muy torcido.