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Senegal ha besado por fin la gloria tras muchos años de lucha y sinsabores. Esta noche ha ganado su primer título de la Copa de África tras derrotar en la tanda de penaltis a la Egipto de Carlos Queiroz 4-2 tras un arduo y emocionante juego que se marchó a la prórroga y que se saldó con un empate a cero. Los dirigidos por el ex internacional senegalés Aliou Cissé, lograron su primer título en la tercera final de su historia (2002, 2019 y 2022).
Consciente de este encuentro histórico; Senegal, pronto tomo el mando de las acciones como lo ha hecho en todo su recorrido en la presente Copa de África. Muy pronto con Sarr y Mané dos de sus principales activos por las bandas, comenzó a generar problemas a la cerrada defensa de Egipto que hacía agua por los costados. La primera gran oportunidad para romper el marcador llegó al minuto 7.
Un potente penalti lanzado por Sadio Mané fue repelido por el MVP de la final y sin duda el mejor portero de la competición, Mohamed Gabalski. El golero del Zamalek, figura en las semis ante Camerún, volvió a salvar a su selección y mantuvo el cero en su portería ante el incesante ataque de una selección senegalesa que con un juego lleno de amplitud por fuera, le creó zozobra sobretodo, en la primera mitad a la zaga egipcia.
El conjunto del ex de la Selección Colombia; Carlos Queiroz, mejoró en el aspecto colectivo en la segunda mitad, fortaleciendo su seguridad por las bandas con los apoyos de Lasheem y Zizo respaldos del trabajo de los laterales Ashour y El Fatooh. Senegal, ya no encontró tantas facilidades en el juego exterior para aprovechar la velocidad de Ciss y Bouna Sarr. El lateral del Bayern, una autopista de juego ofensivo en el PT, no tuvo comodidad para generar flujo por su banda, aunque cerca del final del partido, una gran proyección suya por poco la finaliza el desacertado Famara Diedhiou, referencia ofensiva de Senegal.
Egipto, fue conservador en su planteamiento con su habitual 4-3 dejando libre a Elneny para liderar la construcción. Los "faraones" que remataron 7 veces (3 a portería) en todo el juego, rozaron el gol en la recta final del partido con dos cabezazos de Fatthi y Marsmouh. La pelota no entró y tras una prorroga llena de cautela aunque con ocasiones, el partido se decidió en una angustiosa tanda de penaltis que Sadio Mané sentenció con un potente disparo que colocó el 4-2 definitivo en el marcador. Senegal, después de dos finales perdidas, ha conseguido por fin, besar la gloria.