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El Real Madrid mantiene su ventaja con sus perseguidores tras ganar 2-3 al Sevilla en una heroica remontada sellada en la segunda parte tras el 2-0 merecido del cuadro "hispalense". El triunfo no se aleja de su habitual polémica ya que en la primera mitad con el 2-0 en el marcador, Eduardo Camavinga debió haber sido expulsado con una segunda amarilla tras una evidente falta sobre Anthony Martial, una acción que fue decisiva para el resto del juego. El Madrid, creció de nuevo impulsado por la épica en la segunda mitad y remontó finalmente a un decepcionante Sevilla que se cayó físicamente en la segunda parte. El Madrid, consolida su liderato y da un golpe clave en su camino al título de La Liga.
El Madrid necesitaba sumar en su visita a Nervión y lo consiguió con épica, heroísmo y también polémica, como ante el PSG y el Chelsea en la UEFA Champions League y ante el Celta y otros tantos partidos en esta liga dispuesta a ganar por lo civil o por lo criminal.
Hoy, venció remontando un 2-0 que representó la enorme superioridad del Sevilla en la primera mitad, con un juego intenso, disciplinado y muy eficaz en ataque. Iván Rakitic de libre directo a los 21 minutos y 4 después, Erik Lamela, encarrilaban un triunfo necesario del cuadro "Hispalense" para sellar su puesto de Champions.
Con el Madrid KO y con Camavinga de más en el partido por una falta descalificadora sobre Martial que mereció la expulsión y que no fue sancionada como tal por el juez central, todo cambió en la segunda mitad. Seguro que con 10, la historia para el Madrid, hubiese sido diferente.
El Madrid el único equipo de La Liga que no tiene expulsados en esta campaña, dio un paso al frente y terminó remontando con su fútbol nada ortodoxo pero eficaz. Rodrygo Goes, metió miedo para que después Nacho, allanase una remontada que selló el infaltable Benzema a los 92`.
Al final 2-3, un resultado que consolida el liderato del Madrid y que le permite acariciar el título de liga a falta de 6 jornadas para el final. Un triunfo no exento de polémica, porque como siempre todas las decisiones arbitrales caen de su lado. La polémica le acompaña.