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Gareth Bale, ha anunciado el final de su carrera futbolística esta tarde ante la sorpresa del planeta fútbol. Nadie intuía un final precipitado; aunque el propio jugador galés, ya había avisado que el final estaba cerca. Lo que está claro es que Bale, se marcha en franca lid del fútbol profesional, se marcha dejando huella como un jugador crucial, un jugador como pocos.
Su despedida ha sido emotiva y conmovedora reconociendo siempre su pasión por el fútbol y el orgullo por todo lo que consiguió en su prolífica carrera. Gareth, debe irse con la frente en alto y orgulloso por todo lo que hizo en sus 17 años como profesional desde su debut en el Southampton por allá en 2006.
Después; el Tottenham, en el que se convirtió en el mejor extremo zurdo en Europa dejando para la historia esa exhibición ante el Inter en la UEFA Champions League de 2010. Un "hat trick" legendario en un partido inolvidable.
Con los "Spurs"; Bale, obtuvo reconocimiento individual, pero su talento descomunal demandaba el comenzar a ganar títulos colectivos de entidad y esos los logró en el Real Madrid, con él siendo un jugador determinante en partidos cumbres. A muchos se les atragantan las finales; al galés en cambio, en los escenarios más ilustres sacó siempre a relucir su enorme calidad y su capacidad anotadora. Lo demostró en las finales de Champions de 2014 en Lisboa y de 2018 en Kiev con un gol que se equiparó por belleza al marcado por Zidane en la final de Glasgow en 2002. Además, aquella carrera por banda izquierda que desbordó a Marc Bartra para después anotar con un ángulo imposible, el gol que le dio el título de la Copa del Rey de 2014 al Madrid ante el Barcelona en Mestalla. Goles cruciales que le dieron títulos de prestigio al Madrid. Un jugador resolutivo en grandes finales, que se marchó del cuadro de "Concha Espina" con 5 copas de Europa bajo el brazo, casi nada.
Bale, se marcha del fútbol con 185 goles en 553 partidos a nivel de clubs y con 41 tantos en 111 partidos con la selección de Gales, de la que es el máximo goleador histórico. El último gran talento galés después de Ian Rush y Ryan Giggs, los más legendarios antes de la explosión del "Expreso de Cardiff" como se le llamaba en Inglaterra, por su brutal velocidad y su enorme explosividad.
Con 33 años se despide del balompié como uno de los mejores futbolistas europeos de la última década y un jugador que en un momento determinado de su carrera, llegó a postularse como el tercer mejor jugador del orbe por detrás de los intocables Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Se marcha por la puerta grande, pese a algunas polémicas en la recta final de su etapa en el Madrid, que bajo ningún concepto borran lo logrado en el terreno de juego como un jugador crucial, un talento imparable que se debe marchar orgulloso de su carrera, tal como lo ha expresado en su despedida. Adios al gran "Expreso de Cardiff".