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La Francia de Didier Deschamps buscará revalidar su corona en la final del domingo ante Argentina, tras ganar con solvencia a Marruecos 2-0, un triunfo que por momentos, fue discutido por la osadía y la ambición ofensiva de la selección "magrebí" que demostró que también sabe atacar y competir al máximo nivel cuando tiene que proponer. Tuvo mayor posesión e inclinó el campo por tramos exigiendo el esfuerzo defensivo de la selección "Bleu" que sin embargo, demostró una vez más que es muy fiable en las dos áreas. Theo Hernández al comienzo y Randall Kolo Muani tras jugadón de Mbappé, marcaron los goles en momentos cumbres, estrangulando las ansias finalistas del cuadro de Walid Regragui. Triunfo práctico, sin grandes alardes pero con el profesionalismo que caracteriza a esta selección francesa.
"Les Bleus" jugarán su cuarta final de Copa del Mundo, la tercera en los últimos 5 mundiales para confirmar que Francia, es la gran selección del nuevo milenio en el panorama internacional. Y con Didier Deschamps, que será el cuarto entrenador en meter a su país en una final consecutiva en copas del mundo, algo que ya hicieron Vittorio Pozzo con Italia en 1934 y 1938, Carlos Bilardo con Argentina en 1986 y 1990 y en las mismas ediciones, Franz Beckenbauer al frente de la selección alemana.
Historia grande de Deschamps como líder de esta brillante generación francesa que se citará con la Argentina de Leo Messi el domingo, tras ganar con autoridad, firmeza y practicidad, el duelo de semifinales ante Marruecos 2-0, un triunfo que se encarriló a los 5 minutos con un gol acrobático de Theo Hernández. El lateral zurdo del Milan, remató un balón casi imposible tras una incursión rompedora de líneas de Antoine Griezmann, por derecha. A propósito, el jugador del Atlético de Madrid, elegido MVP, continuó con su recital de fútbol orquestado y esfuerzo defensivo. Un jugador total.
Francia, se puso en ventaja y llevó el partido a donde quería; fútbol físico, manejar el ritmo del juego y contragolpear para aprovechar los espacios. Lo primero y lo tercero lo logro con cierta holgura y lo segundo, se vio sorprendido por el arrojo ofensivo de una Marruecos que en el escenario de atacar, no se manejó mal. La necesidad de igualar le llevó a adelantar líneas y a darle el protagonismo con el balón a gente de buen pie como Ziyech, Boufal, Ounahi y el mismo Amrabat, incansable en la medular.
Marruecos tuvo 13 remates, 2 entre los tres palos que exigieron a Hugo Lloris y tuvo el 61 % de posesión, algo sorprendente, pero lo consiguió porque Francia le cedió el balón, le cedió la iniciativa y le esperó para contraatacarlo. Tuvo la sentencia en la primera mitad con Olivier Giroud, otra de Griezmann y una más de Aurelien Tchouameni, pero no lo consiguió. Alargó la agonía "magrebí" hasta la recta final del partido cuando los ingresos de Marcus Thuram y Randall Kolo Muani, le inyectaron mayor velocidad y profundidad a "Les Bleus". Con Mbappé aún en escena, el peligro fue latente hasta el final para Marruecos. El atacante del Eintracht Frankfurt; Kolo Muani, sentenció el partido. Fue el primer tanto para el ex del Nantes.
2-0 para que el partido languideciera y se certificara una nueva final para este poderoso equipo francés que ha confirmado su máximo favoritismo en esta Copa del Mundo de Qatar 2022. Francia es el actual campeón y buscará revalidar su corona ante Argentina el próximo domingo, un duelo que se antoja táctico y cerrado. Quizás los de Deschamps recurran a un trabajo sencillo y bien hecho para sumar su tercera estrella.