Colombia sigue en una dinámica destructiva al caer sin atenuantes ante una contundente selección ecuatoriana.
Ecuador ha apabullado a Colombia en Quito 6-1, -un marcador corto e histórico- y certifica la evidencia de que esta Selección Colombia de Carlos Queiroz, se está diluyendo de una forma alarmante. Está muy lejos de esa Colombia, que tan buen sabor de boca dejó en la Copa América de Brasil y que un año y medio después, deambula con permanentes errores del cuerpo técnico y de un puñado de jugadores que ya no dan la talla.
Tras el varapalo ante Uruguay; la selección «cafetera» tenía la oportunidad de acallar las críticas en Quito, pero no fue así. Y eso que Carlos Queiroz, apostó desde el inicio por variantes lógicas como la mudanza de Juan Cuadrado a la banda derecha como extremo, Luis Díaz inicialista tras su buen partido ante Uruguay y la vuelta de Davinson Sánchez, inédito en el Tottenham, pero siempre importante con los «cafeteros».
4-4-1-1 con James Rodríguez de enganche, moviéndose con total libertad por detrás del único punta, Duvan Zapata. Queiroz, apostaba por modificaciones lógicas, que pronto se fueron al limbo por los tempraneros goles de un Ecuador desbocado.
A los 9 minutos ya ganaba 2-0 con goles de Arboleda y Mena que aprovechaban el letargo defensivo de la dupla Davinson-Murillo. Mojica era un hueco por izquierda y Orejuela, por derecha, más de lo mismo. Ecuador vacunaba por la vía rápida a una Colombia, que en el primer tiempo no tuvo el balón con continuidad y que ni siquiera tuvo arrestos para reaccionar.

Un equipo entregado a los 10 minutos, sin ambición y sin gallardía para buscar a su rival. Ecuador en cambio; unido, ambicioso, con oficio y sobretodo, mucha pegada, devoró a su rival con dos goles más obra de Estrada y Arreaga. A Ecuador le bastó con ser un vendaval de juego dinámico y audaz, para destrozar a una Colombia, que descontó por intermedio de James de penalti al 45`, un atisbo de reacción que se quedó en nada.
En la segunda mitad, más de lo mismo. Se esperaba más de los «cafeteros» pero reacción nunca llegó. Queiroz, movió de todas las maneras posibles al equipo pero no hubo respuesta, ni individual, ni colectiva. Ecuador, terminó la «masacre» con goles de Plata y Estupiñan.

Un 6-1 lapidario que pasa a ser una de las grandes goleadas en eliminatorias sufridas por Colombia, una selección que se ha destrozado de forma sideral. Ni lucha, ni entrega, ni compromiso y lo peor, sin orgullo.
Periodista con especialización en Periodismo Deportivo
Editor Manager Discoveryfootball.com. Especialista en Fútbol Internacional
Socio de ACORD Bogotá y Miembro de AIPS
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