Desde la última final de Champions para la Juve en 2017, ha sido un camino pedregoso hasta hoy
Massimiliano Allegri ya veía agotado el proyecto y por eso decidió dar un paso al costado en 2019. La Juventus no ha terminado de dar el salto crucial hacia el protagonismo europeo desde 2017 cuando jugó su última final de la UEFA Champions League en Cardiff ante el Real Madrid. Desde entonces, tumbos más que evidentes en Europa, en donde todo trasciende más.
Anoche en el Juventus Stadium, se certificó que esta Juve es Cristiano Ronaldo y algo menos Paulo Dybala y poco más. El portugués no está hace casi dos semanas y el equipo se resiente de su ausencia, porque no tiene el liderazgo y la competitividad inherente del «luso».
Paulo Dybala si actuó anoche ante el Barcelona, y fue de lo poco bueno de una Juve penosa e irreconocible. Demasiado sólo el argentino para remontar junto a un Morata oportunista, pero en permanente fuera de juego, un error ya muy reconocible en él.
De resto poco más. A esta Juve, le cuesta un mundo gobernar los partidos, pese al buen pie de jugadores como André Rabiot, Arthur y Rodrigo Bentancur, que actuaron anoche ante el Barça con poco protagonismo en el control del juego y la creatividad ofensiva.

Cuadrado como siempre se exprimió por banda derecha, pero no fue tan eficaz ni en defensa ni en ataque como en otras ocasiones. Y en la zaga, la dupla Bonucci -llegó al partido con problemas físicos- y Demiral, nunca dio sensación de seguridad, algo impropio de un equipo italiano de nivel.
Tan sólo un 41 % de posesión (valor promedio al que tiene en esta etapa inicial de Andrea Pirlo en su banquillo) con 10 remates a portería, tan sólo 5 entre los tres palos. Por supuesto tres de ellos, se fueron al limbo pese a haber sido goles de un Álvaro Morata desafortunado.
El Barcelona, en su mejor versión de la temporada según Ronald Koeman, fue superior porque le ganó el mediocampo y porque fue más firme en ambas áreas, pese a dilapidar diversas ocasiones de gol.
No termina de carburar la Juve de Andrea Pirlo, que depende demasiado de las individualidades y muy poco de su estructura colectiva, un debe muy resaltado para el joven y nobel entrenador que no consigue por ahora sacarle rendimiento a una plantilla llena de calidad y de recursos, pero también inexperta en algunas piezas. Por ahora y ante el Barça, fue la peor Juve desde 2017.
Periodista con especialización en Periodismo Deportivo
Editor Manager Discoveryfootball.com. Especialista en Fútbol Internacional
Socio de ACORD Bogotá y Miembro de AIPS
Deja una respuesta